El éxito no se puede asegurar al 100% de ninguna manera, pero si hay varias formas que pueden ayudarte a conseguirlo cuando eres un emprendedor. La base está en trabajar con pasión, buscando siempre nuevas oportunidades y levantarse con fuerza después de cada caída.
También tenés que analizar a tu público, el entorno en que se desarrolla, tu competencia y las tendencias tanto locales como globales; cuestionar tu idea y ponerla a prueba una y mil veces para transformarla en una solución anhelada por tus potenciales consumidores.
Y después, planificar estratégicamente y poner tu plan en marcha: preguntarte ¿Qué quiero hacer?, ¿Para qué?, ¿Para quiénes?, ¿Cómo?, ¿Con qué financiamiento? Y ¿Cómo lo daré a conocer?
Te dejamos algunas recomendaciones básicas:
- Investigá y conocé tu mercado: Solo conocer lo mismo que sabe tu competencia no te ayudará a crecer más que ellos. Para poder ofrecer un diferenciador o aprovechar oportunidades de mercado, especializate en él.
- Establecé una meta financiera: Cuando empezás a trabajar en tu negocio, establecé metas y tiempo límite para cumplirlas. Tener un objetivo claro te ayudará a encontrar ingeniosas maneras de superar los contratiempos.
- Tené presencia digital e invertí en tecnología: Es muy bueno que cualquier negocio tenga cuentas en redes sociales y una página web como referencia, pero es importante que esta se mantenga activa y que, sobre todo, sirva para atraer nuevos clientes.
- Generá una base de datos de clientes: No importa si lo haces en tu punto de venta o por internet, es recomendable hacer una lista de contactos.
- Perfeccioná tu propuesta de valor: Emprender es ir siempre buscando mejorar y aprender. Informate, leé, revisá tendencias y noticias económicas o que afecten a tu mercado.
- Gestioná alianzas estratégicas: Éstas pueden ser con inversionistas, otros emprendedores, otras marcas, distribuidores, proveedores o cualquier actor que te ayude a fortalecer tu empresa. Lo importante es que todos salgan beneficiados.