Que un perfume guste (o no) es algo totalmente subjetivo. Los olores son recuerdos y tienen una capacidad inmediata para evocar momentos pasados en nuestra mente. Por tanto, atrevernos a afirmar que existe el perfume de la felicidad parece un tanto osado por nuestra parte.
Pero no lo es tanto. Sobre todo si tenemos en cuenta que hay ciertas notas olfativas que se utilizan precisamente para provocar un efecto inmediato de bienestar en nuestra mente y en nuestro cuerpo.
Por eso los perfumes con olor a limpio nos gustan tanto. Por eso los aromas con olor a ropa limpia que nos hacen sentir en nuestra zona de confort están incrementando sus ventas en los últimos meses.
Las notas olfativas que provocan felicidad
Si pensamos en algunos de esos aromas con olor a limpio y olor a bebé, la mayoría asegura que es la respuesta perfecta a la necesidad de confort e intimidad, relajante con un aroma universal que invoca la memoria de todos y nos infunde un sentimiento íntimo y muy personal. De hecho, actualmente todos buscamos notas tiernas y sutiles que respondan a esa necesidad de recrear nuestra intimidad, es un campo de tranquilidad sensorial.
El aroma a la ropa limpia, a sábanas tendidas al sol estival tienen un lugar importante en el efecto de bienestar general.
Este tipo de fragancias desarrollan una nueva frescura y un gran confort al permitir crear aromas familiares y reconfortantes, cercanas al olor de la piel desnuda.
FUENTE:
www.vogue.es