¡Las primeras impresiones importan! Cuando los invitados ingresan a su casa, una de las primeras cosas que notarán es el olor. Conviértalo en algo acogedor con aromas amaderados y cálidos; busque notas olfativas como madera de cedro, oud, pachulí y cuero.

También puede intentar elegir aromas que coincidan con las estaciones. Piense en aromas más suaves y frescos para la primavera y el verano, sumergiéndose en especias, maderas y almizcles para el otoño y el invierno.

EL LIVING/COMEDOR:

El olor de un comedor es un delicado acto de equilibrio. Por un lado, no querrás tapar el olor de una deliciosa comida en la mesa. Por otro lado, una vez que la comida está lista, no desea que el olor a comida permanezca. Apunte a algo que se adapte a la escena gastronómica (hierbas, especias o cítricos son buenas opciones) para mantener las cosas frescas.

EL BAÑO:

El uso de aromas preferidos por los spas puede traer inmediatamente paz y recuerdos tranquilos a la mente. Muchos prefieren las mezclas de maderas secas, hierbas y frutas cítricas. Agregar elementos frescos de su mercado de flores local (pino, pétalos de rosa y cáscaras de cítricos) es una forma totalmente natural de hacerlo.

EL DORMITORIO:

El dormitorio es un lugar de relajación: la lavanda es un aroma ideal, apreciado por su capacidad para calmar y despejar la mente. Otros tonos florales claros también pueden crear una sensación ambiental: el jazmín es otra opción popular. Para ocasiones románticas, pruebe algo un poco más rico: notas cremosas como sándalo o aromas almizclados pueden ayudar, ejem, a mantener el fuego encendido.