Más de una vez nos planteamos y repetimos la necesidad de que las cuestiones laborales queden en el trabajo. Llevar al hogar o a otros espacios las obligaciones, preocupaciones y problemáticas de la vida profesional puede ser habitual para el común de los trabajadores.
Pero, ¿existe otra posibilidad para aquellos que trabajan en familia?, ¿pueden los aspectos laborales afectar los vínculos de parejas, hermanos, padres y madres que trabajan juntos?.
Establecer límites, intentar no mezclar, entender qué rol cumple cada uno y respetar los espacios podrían ser parte de la solución.
“Para que sea posible trabajar en familia debemos tener muy presente el verbo 'diferenciar' y lo que eso implica. Por un lado, los espacios de trabajo, por otro, los procesos madurativos de cada persona y, por último, los distintos roles que se ponen en juego”, explicó a Clarín Hernán Gomez, consultor laboral y co-fundador de Trabaja Mejor. No se trata solamente del espacio físico, aclaró, sino de un espacio de tiempo durante cada jornada. “Luego de la pandemia se ha pronunciado aún más el hecho de trasladar la oficina a casa, lo cual contribuyó a que se continúe borrando la línea que divide el trabajo y la vida personal.
Este fenómeno no sólo se da cuando una persona puede hacer home office, sino también en emprendimientos y empresas familiares”, señaló.
Para que la armonía reine en ambos escenarios -el familiar y el laboral- es fundamental distinguir ambos espacios. Según Gomez: “Si determino que trabajaré con mi familia X una cantidad de horas por la mañana, también es importante saber que el fin de semana cuando comamos un asado no se tendrá que hablar de trabajo”.
Por otra parte, el consultor hizo hincapié en la necesidad de acatar los roles a la hora de trabajar o emprender en familia. “Es importante comprender que cada organización, por grande, pequeña o chica que sea, necesita de sus miembros para poder funcionar. Independientemente del hecho familiar X de la noche anterior, a la mañana siguiente esos familiares deberán levantar la persiana del comercio para atender a los clientes", aseguró.
Y añadió: "El mejor ejemplo para evidenciar la importancia de los roles es cualquier deporte. Fuera de la cancha probablemente tengamos diferencias, pero dentro de ella, tenemos la misma camiseta, defendemos los mismos colores y nos ayudamos mutuamente”.
FUENTE:
www.clarin.com