El eucalipto (Eucalyptus globulus) es un árbol de hoja perenne originario de Australia pero cultivado en todo el mundo.

El aceite altamente concentrado que se destila al vapor de las hojas del árbol se ha usado con fines medicinales desde al menos 1788, cuando los médicos notaron la presencia del aceite y comenzaron a usarlo para tratar problemas de pecho y cólicos. A fines del siglo XIX, su capacidad para promover la sudoración y eliminar la mucosidad llevó a que se prescribiera aceite de eucalipto para afecciones respiratorias como bronquitis, gripe, asma y tos.

A medida que se difundió la noticia sobre el aceite de eucalipto, comenzó a usarse de otras formas, incluso como linimento para los músculos cansados y adoloridos, y para aliviar el dolor de la artritis. Aunque el aceite esencial todavía se recomienda hoy en día para una gran cantidad de aplicaciones medicinales, su uso principal sigue siendo el tratamiento de la tos, el resfriado, la bronquitis y el alivio sintomático de los resfriados y la congestión del tracto respiratorio superior.

El aromo de eucalipto se usa a menudo en forma de inhalación de vapor para ayudar a aliviar los síntomas del resfriado. Cuando se inhala en el sistema respiratorio, se cree que reduce los espasmos musculares que pueden estrechar las vías respiratorias y dificultar la respiración. También se dice que es un expectorante suave y que promueve el drenaje de los senos nasales congestionados.