Los aromas frutales no solo evocan sensaciones y recuerdos, sino que pueden despertar los sentidos porque los asociamos con su delicioso sabor.
Se utilizan ampliamente en aromaterapia gracias a los efectos que provocan en los sentidos, pero también en el marketing olfativo donde tienen los siguientes efectos:
- Cítricos. Aromas como el limón, toronja, mandarina y naranja son revitalizantes, una descarga de energía a los sentidos que puede neutralizar el estrés, crear una atmósfera agradable e influir en la percepción del lugar, ya que suelen asociarse con la limpieza y favorecen la concentración.
- Frutos rojos. La dulce frescura de la fresa, frambuesa o cerezas ha demostrado tener la capacidad de despertar la felicidad, revitalizar el ánimo, incrementar la capacidad de memoria, concentración y productividad, por lo que es muy recomendable usar estas fragancias tanto en oficinas y corporativos, como en tiendas de ropa, consultorios, centros de belleza y spa.
- Frutas tropicales. Piña, coco, papaya o sandía se relacionan con la vitalidad, alegría y felicidad, pero también nos hacen evocar la playa, el mar, el sol y la música, por lo que son muy utilizados en hoteles, agencias de viaje, tiendas de artículos deportivos y de ropa.
- Manzana. El aroma del fruto de la pasión suele acompañarse con canela para despertar el apetito en panaderías, restaurantes, cafeterías y tiendas de productos alimenticios, pero también se utiliza en consultorios, salas de espera, centros de belleza y spa porque tiene la cualidad de relajar ciertas partes del cerebro gracias a su fragancia suave y dulce.
El marketing olfativo es un término que empezó a cobrar vigencia con el desarrollo de los descubrimientos en el campo del neuromarketing y luego de que un estudio de la Universidad Rockefeller (1999), determinara que el sentido que más estimula nuestros recuerdos y el que cuenta con mayor poder de evocación, es el sentido del olfato.
El ser humano recuerda un 35% de lo que huele y sólo un 2% de lo que oye y un 5% de lo que ve.
Las técnicas del marketing olfativo, según Ianini (2010) director de la prestigiosa agencia Aromarketing, consiguen amplificar el reconocimiento del entorno y pueden entablar una conexión durable y emotiva con el consumidor.
Usar un aroma adecuado predispone al cliente a una mayor serenidad, un mayor bienestar emotivo llevando a mantenerse por más tiempo en ese lugar y con actitudes muchos más receptivas, aumentando por tanto la posibilidad comercial.