El olfato es un sentido extremadamente poderoso con la capacidad de desencadenar emociones y sentimientos fuertes. Se cree que el olfato afecta el 75 por ciento de las emociones que generamos a diario.
Para las empresas, el olor adecuado no solo tiene la capacidad de generar buenas impresiones a los clientes que visitan su edificio, sino que también puede ayudar a que el personal en el entorno laboral sea más feliz, más alerta y más productivo.
De la misma manera que los aromas en el ambiente pueden influir positivamente en las percepciones de un cliente en un centro comercial, un aroma atractivo en el lugar de trabajo, ya sea natural o fabricado, puede influir en la percepción de los empleados sobre su oficina. Es crucial asegurar que el entorno de su oficina tenga un agradable aroma, aumentando el compromiso de los empleados y, sobre todo, la comodidad en su lugar de trabajo.
Está demostrado que un olor a limón ayuda a los empleados a cometer menos errores en los programas informáticos, lo que ha llevado a algunas empresas a incorporar estos aromas en las oficinas. En empresas japonesas suele ser habitual incorporar diferentes olores a lo largo del día, a los que se les atribuye un efecto estimulante: limón por las mañanas, florales a media tarde, y a última hora, olor a madera para mantener alta la moral.
FUENTE:
www.e-sensorial.es